Bancos de pruebas de flujo de aire VNT

Los primeros turbos con tecnología de geometría variable, que hoy en día se utilizan en la mayoría de los motores diésel, fueron lanzados al mercado por la empresa Garrett a mediados de la década de los 90. La introducción de esta tecnología, así como de los sistemas de inyección de combustible Common Rail, ocasionó un increíble aumento en la popularidad de motores diésel de baja cilindrada utilizados en vehículos de pasajeros.

 

En la última década, la tecnología automotriz ha seguido mejorando en reducir el nivel de emisiones con el fin de cumplir con las normas Euro 4, 5 y 6.
Como resultado de estos cambios, el grado de complejidad tanto de los motores como de los turbos ha aumentado significativamente. De forma similar, los sistemas de control y la precisa calibración de piezas como las geometrías variables, revisten una mayor importancia para el funcionamiento correcto del turbo. Esto plantea nuevos retos para los talleres de reparación de turbos, puesto que la correcta calibración del turbo en modelos más recientes requiere del uso de equipos especializados en la forma de banco de pruebas de flujo de aire VNT.