Exceso de velocidad es el término usado cuando un turbo está funcionando por encima de sus límites normales de operación y este trabajo extremo por exceso de velocidad puede causar fallo prematuro del turbo, del motor de combustión interna y de componentes relacionados, explica José Leon de Tallers Diesel Leon.

Una de las causas principales del exceso de velocidad es insuficiente flujo de aire del turbo al motor debido a un tubo de aire estropeado, una entrada de aire obstruida o una fuga entre el compresor y el motor.

Si hay fugas, grietas o sellos defectuosos entre el compresor y el motor, el turbo tendrá que trabajar mucho más de lo normal para suministrar al motor el nivel de aire requerido.

“El exceso de velocidad ocurre cuando el motor necesita más aire del que el turbo puede suministrar. El turbo tiene entonces que funcionar por fuera de su límites normales de operación, lo cual, en casos extremos, causa daño a las aspas, incluyendo la pérdida parcial de aspas, grietas de fatiga o rotura de la rueda compresora”, dice José Leon.

Un síntoma común del exceso de velocidad es la presencia del efecto ‘piel de naranja’ en la cara posterior de la rueda compresora, creado por la expansión y contracción. Cuando la rueda compresora está sometida a exceso de velocidad, su tamaño aumenta y esta expansión causa grietas entre los límites de los granos del material.

En casos leves el componente regresa a su estado original elásticamente pero en la mayoría de los casos estas grietas empiezan a crecer y eventualmente una parte del eje puede romperse.

Otra causa del exceso de velocidad de turbos puede ser la reprogramación de la unidad de control electrónico (ECU). Los conductores de algunos vehículos de rendimiento buscan maximizar la eficiencia de combustible o el rendimiento de sus coches mediante la reprogramación del funcionamiento del motor que consiste en alterar la ECU del vehículo para lograr una curva diferente de potencia o del par motor. La reprogramación puede llevar al turbocompresor instalado de fábrica por fuera del rango de operación para el que fue diseñado.

José Leon recomienda a los técnicos que al diagnosticar una falla del turbo tengan en cuenta que como consecuencia del exceso de velocidad pueden presentarse señales de otros modos de fallo como la lubricación insuficiente. Esta se debe al fallo de la barrera creada por la película de aceite en los sistemas de cojinetes y al presentarse exceso de velocidad, causa contacto entre componentes y el turbo falla.

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